HABLAR DE MALVINAS
- OSCARIN POETA ITINERANTE
- 19 abr 2015
- 8 Min. de lectura
Para nosotros los argentinos, hablar de Malvinas, no es tarea para nada fácil, si bien es una obligación tener una postura determinada, ya que estamos hablando de un espacio geográfico que nos pertenece por antonomasia y del que fuimos despojados por la fuerza, en aquellos tiempos en que la América Latina, era el campo de dominio de aquellos países que se sentían con derechos de irrumpir, por el solo hecho de tener armas y doblegar a sus antojos a los pueblos del mundo entero, que no podían resistirse a sus caprichos colonialistas.

Hoy los tiempos han pasado, otros aires se respiran, las igualdades van ocupando los espacios y de a poco van cediendo las opulencias que marcó por siglos este mundo tan de todos.
En mi caso, que ya he pasado la barrera de los sesentas años, desde niño se nos mostró el mapa de la República Argentina, con ese archipiélago, pintado de celeste y blanco, en el sur de nuestra patria. Las Islas Malvinas, pero ocupado por los ingleses, lo que despertó en nosotros un acérrimo rechazo a el pueblo aquel y su sistema colonialista. En el año mil novecientos ochenta y dos, estalló la guerra “La guerra del Atlántico sur”, se denominó. Allí un puñado de hombres, con más sueños que armamentos, ocupó por unos días ese ansiado territorio americano. Eso fue como meter el dedo en el hormiguero. El poder del mundo, que no son solo los británicos, se levantó en armas y apabulló en un abrir y cerrar de ojos a las fuerzas ocupantes, sin importarles un ápice los derechos que esgrimían los argentinos y no se midieron en utilizar los últimos adelantos armamentistas que disponían para hacer valer su supremacía, ni los artilugios que usaron, aprovechando sistemas de gobiernos dictatoriales que manejaban naciones americanas, puestas a sus servicios.
Muchas cosas se dijeron. . . y se dicen en la actualidad. Que fue una bravuconada del gobierno militar de entonces; que no se debería haber incursionado en esa contienda, sabiendo la situación real que atravesábamos; que nuestros soldados no estaban preparados para ello, ni del poder armamentista que disponían, ni física, ni logísticamente aptos. Lo que poco se dice es que si los gobiernos del mundo entero hubiesen prestado atención al petitorio argentino, aquel hubiera sido el punta pie inicial para entablar un diálogo en vista a una igualdad de derechos que todos merecemos. Pero no, los intereses son muy grandes y las supremacías no son fáciles de dejar, más sabiendo el valor estratégico que significan, en eso de dominar el mundo entero. Pero como dije recién, los tiempos han cambiado. . . y cambiarán más todavía. Mientras tanto nosotros, los que escribimos, nos fuimos manifestando de alguna manera. La mía fue esta, cronológicamente hablando:
10 años después:
MALVINAS
(Homenaje)
ALEGORÍA:
Desde el profundo y silencioso camino de los tiempos, tu nombre, Malvinas. Llega hasta nosotros con los ecos doloridos pero vivos aun, de una plegaria herida por la injusticia, aquella que ocasiona el atropello que nos golpea sin piedad, lacerando el alma de toda una raza americana, la se aferra a una esperanza, la esperanza engendrada en el corazón de cada hombre que sueña, que ama y trabaja, cada rincón de ésta, nuestra patria llamada Argentina.
UNA NUEVA BATALLA:
Y es por eso que hoy día, tragamos la amarga sal de los recuerdos que aun nos quema por dentro; elevamos nuestros ojos al cielo; mancomunamos voluntades nuevas; enterramos el odio que lastima sin piedad nuestros corazones para encender la llama misma de una nueva batalla. Batalla que ganaremos seguramente porque ella es; nada más y nada menos, que la misma batalla del trabajo, la batalla de la perseverancia. La digna batalla de la paz; forjadora de pueblos libres, capaces de sobrellevar adversidades tremendas, propias de una humanidad que desvía sus pasos en el inmenso derrotero de su existencia.
MALVINAS:
Allá, donde el hemisferio sur, baña su rostro pétreo en las azuladas aguas del Atlántico misterioso. Allá, en las salientes rocosas, donde el frío viento austral silba su lamento milenario. Allá, en las costas de las islas, habita todavía y habitará por siempre, el alma malvinera de una raza de titanes que rompieron con la barrera del tiempo y la muerte misma. Para clamar al mundo entero, en forma perpetua, el derecho de los pueblos a vivir con dignidad; a ser libres debajo de su propio cielo azul y dentro de los límites de su propio territorio.
TIEMPOS DE LABRANZAS:
Malvinas: Es tiempo de labranzas. Es tiempo de trabajo fecundo. Es tiempo de paz. Atrás quedó el flagelo de la guerra. Atrás quedó ese fantasma llamado temor. Muchas fueron las lágrimas vertidas; como mucha fue la sangre derramada; tanta, que hoy día, no podemos “darnos el lujo”, en dejar que ese sacrificio caiga en el saco vacío de la inoperancia y la desidia. Es nuestro el deber; como nuestro es el tiempo. Es nuestra la responsabilidad de honrar a nuestros muertos, de la forma más justa y digna. El trabajo. El noble camino del trabajo y la abnegación. El respeto por el hombre mismo, en la búsqueda permanente de esa justicia que hermana, que une, que protege.
MALVINAS:
Bendita tierra nuestra. Bendito terrón de nuestro suelo patrio; designado por las manos de Dios a cargar con esa cruz; la tan pesada cruz de del despojo y el atropello. Elevemos nuestros ruegos para que ese mismo Dios, ilumine nuestras acciones y nos brinde la sabiduría para poder también nosotros, sobrellevar de esa misma cruz que nos impone el colonialismo y la usurpación del dominio extranjero, que de ese modo, intenta hundirnos en el sucio fango del subdesarrollo y la esclavitud; postergando y oprimiendo generaciones enteras.
Abramos entonces las ventanas a un nuevo mundo, nuestro propio mundo argentino. Parémonos en el pedestal de la verdad y con toda humildad y sinceridad, preguntémonos: ¿Qué hacer?. . . ¿Cómo revertir esta realidad? ¿Qué le corresponde a cada uno de nosotros en esta nueva batalla? Seamos capaces entonces de aceptar nuestros propios defectos pero también revalorizar todo lo positivo que tenemos. Todo lo sano que aun se conserva en el interior de cada hombre nuestro.
SOLDADO ARGENTINO:
En la fría turba donde tus restos yacen; o en el fondo oscuro del océano austral, están grabadas, como en las páginas de la historia, tu nombre HÉROE DE MALVINAS. Héroe que representas a toda una casta de hombres que hicieron grande a nuestra patria Argentina; en todos los tiempos, tiempos de paz y de guerra, para llegar a ser lo que hoy somos; un territorio con un pueblo promisorio. Una geografía donde su madre tierra, guarda en su seno fecundo el milagro de la vida; el milagro capaz de engendrar en su interior el ser Argentino.
02-04-92
MALVINAS EN UN TIEMPO MEJOR
(Poesía)
En ese vacío de un tiempo que marcha
Dejando una angustia que sabe a dolor
Pisamos recuerdos, fríos como escarcha
Que hiere en el alma con agrio sopor
¡Qué nieblas espesas!, nublaron mi cielo
Presagio latente de muerte y traición.
Son nuestros los muertos, tuyo es el desvelo
Y de ambos es el luto en el corazón
Los ojos perdidos, gastados, llorosos
Mordiendo los labios, cerrando los puños
Sintiendo perdidos, tiempos más gloriosos
Como se ha perdido el querido terruño.
Estamos Malvinas, soñando tenerte
No somos capaces de llegar a ti
Hay algo que falta para conquistarte.
La unión de los hombres de nuestro país.
Se abren los caminos y vamos dispersos
Cargando la falta de la idoneidad.
Buscando quimeras, con actos inciertos.
Faltando al principio que da la equidad.
Estamos Malvinas lejos aun de ti
Pero queda un sueño que hay que rescatar.
Aquel mismo sueño de ese dos de Abril
Con distintas armas, aun más eficaz
Nada de cañones que todo destruyen
Ni hombres que se marchen para no volver.
No seremos pueblo, que a pueblos subyugue.
No es ese el destino que hemos de tener.
Hagamos entonces en la lucha diaria
Trincheras de siembra, batallas de sol.
Matemos la imagen de los hombres parias
Y entremos triunfantes a un país mejor.
Así llegaremos, Malvinas un día
Pisando seguro de no fracasar.
Cuando en esta costa dejemos erguida
Junto a nuestra emblema, nuestra honestidad.
02-04-89
UN AMIGO EN EL CIELO
(Poema) Muchos hombres murieron en la gesta malvinera del año 82.Nada más injusto entonces que perder la vida en esa guerra infame que surgió, producto de los apetitos desmedidos de los imperios mundiales, que se resisten a perder la supremacía y ostentación de poder, con los que siempre sometieron a los pueblos más desposeídos.
Que simple se ven las cosas desde la infancia
Amigo del alma que ya no estás
Como lastima el tiempo en la distancia
Cuando a su paso se llega a la verdad.
Como me duelen los recuerdos esta noche
Y en el día del amigo estoy de luto
Las lágrimas que en mis ojos arden
Lejos se encuentran de tu gris sepulcro.
Cuando te marchaste dejando en la vida
Tu gente llorosa, confundida y sola
Regando las islas con tu sangre tibia
Peleando a lo macho, por la patria toda.
Llevaste contigo un poco de todos
Los que te quisimos y vimos en ti
Al hermano, amigo, que nos dio a su modo
Todos los valores para ser feliz.
Amigo del alma quedado en el tiempo
Con alma de pájaro y corazón de grillo
¡Tráeme del cielo!, quiero estar contento
Un poco del sueño que vivimos niños.
Tú que hoy lo comprendes, porque junto a Dios
Miras este mundo que marcha sin él
Has que a ese cielo alcemos los ojos
Y pongamos todos, algo más de fe.
Dale a mi esperanza, un poco de luz
Para ver las cosas con más optimismo
Con aquellos sueños, que en la juventud
Marcábamos juntos, con viejos designios.
Que el hombre se mire con bondad suprema
Que cuide su vida, su alma, su ser
Poniendo semillas y hacer de esa siembra
La cosa más bella que hemos de tener.
Amigo del alma, quedado en el tiempo
Con alma de pájaro y corazón de grillo
¡Tráeme del cielo! Quiero estar contento
Un poco del sueño, que vivimos niños
Que lo necesito, para comprender
Que en el cielo vive, mi mejor amigo.
¡BÁJENSE DEL CABALLO!
(Ahora que pueden)
Por poderosos que nos creamos. Por invencibles que nos sintamos, nadie puede evadir las leyes naturales, en este caso “La ley del desgaste”, porque la vida es así. El tiempo erosiona todo y a todos. ¿Por qué seremos tan obstinados los seres humanos y nos sentamos en el sillón de la soberbia, pensando que allí nos enclaustraremos eternamente?- Sabrá Dios por qué-
Hoy hablaré nuevamente del tema Malvinas y lo que voy a decir y sentenciar ¡Por Favor! No es en contra del pueblo inglés, sino, contra todos aquello ingleses y no ingleses que se aferran obstinadamente a ese sistema déspota y expansionista que dominó por centurias a pueblos más desposeídos, apropiándose de sus territorios, causándoles estragos y dolores, tan inútiles como in entendibles.
Días atrás, pude escuchar a nuestra presidenta la Sra., Cristina Fernández, disertando sobre el mentado informe Rattenbach, y para terminar con su alocución dijo al premier inglés: “Señor Cámeron. . . ¡Déle una oportunidad a la paz!”
No sé si este señor y su séquito tendrán la suficiente grandeza para emprender esa gesta que pueda dignificar en algo a la historia de la humanidad.
Lo que sí sé, es que se están desgastando todos estos sistemas y, que llegará el día que se caerán por su propio peso y también creo que esta es una de las pocas posibilidades que les está quedando, lo digo como hombre común y americano, miembro también de esta compleja familia humana. . . Por eso expreso lo siguiente:
Aprovechen esta oportunidad, insensatos y soberbios; siéntense a dialogar de igual a igual. No siempre las cosas van hacer así. Los hombres pasan y pueden llegar algunos que cansados de la espera y la burla se aferren a otro sistema que no sea la paz, en la cual lloremos todos y el “Gran Imperio” también. Porque, mal que les pese, las cosas no serán como en el año 82. Por eso digo: ¡Bájense del caballo! Ahora que pueden. . .mañana puede ser tarde. ¡He dicho! 20-02-12
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