BIENVENIDOS

Cuadro Nacional, San Rafael, Mendoza, Argentina                Abril de 2015

A mis amigos. . .

En el camino de la vida, todos los días son momentos de aprendizajes. Todos los días Dios nos da la oportunidad de conocer gente nueva, en escenarios diversos y bajo distintas circunstancias.

Hoy, gracias a mi maestro JOA, tengo la oportunidad de abrir mi página Web.

Debo reconocer que no soy muy ducho en esto de estar conectado a Internet, tampoco tengo mucho tiempo, pero, como dije al principio aprenderé, escalón por escalón, como es la vida de todos y al decir de mi abuelo Ramón Ferreira:

                                    “Ay que estar en la vida p´a ver cosas”

Hoy aquí me ven, frente a una pantalla, después de pasar enredado entre  papeles una vida entera, tratando de dar mi opinión de muchas maneras, a veces con lágrimas en los ojos, otras con el rebenque levantado, tratando de sofrenar a un “desbocao”, otras intentando decir mis cosas con miedo a ofender a alguien, porque la situación así lo ameritaba.

Hoy atesoro en mi poder una serie de escritos que quiero compartir con la gente, aquí hay de todo, desde un poema de amor, como un homenaje a un colegio, un libreto vendimial o por qué no un soneto. No soy un profesor de literatura, ni un letrado eximio. Soy un simple observador que ama lo que hace. Amo el arte. No concibo la vida sin ese oficio maravilloso. Amo el arte porque me da libertad, allí rompo todos los parámetros que me ponen freno. El arte vuela sin rumbo. Alguna vez trabajé sobre una tela intentando reflejar el paisaje de mi tierra, gracias a los óleos que me dejo mi hermana y maestra Alicia, quien puso en mis manos de pintor “de brocha gorda”, el sutil pincel del arte fino y aun de tanto en tanto me meto en el mundo de los colores que sé jamás podré alcanzar los tonos verdaderos del mundo, por la sencilla razón que los colores del mundo son dinámicos  y mis pinturas vuelan solamente en mi imaginación, porque una vez instaladas en el lienzo, son estáticas y ese cielo, a diferencia del que Dios nos pone adelante día a día, están condenados a ser siempre iguales. Alguna vez mis musas volaron en alas de la música, y allí encontré el maravilloso mundo de los sonidos ordenados y escribí y coloqué música a mis canciones, que también llegarán a ustedes por medio de esta página.